(Extraído del libro VII de PsicoAlquimia,

Capítulo IV,

Apartado E.,

para la formación en Psicorecoherenciación)

 

 

 

EL BANDO DE LA JUSTICIA:

Ya sabemos de la transcendencia de nuestra voluntad y nuestro libre albedrío, para esforzarnos en alcanzar metas importantes, pero no es sólo eso; no es cuestión de “caminar” sin más. Se hace preciso, saber la dirección adecuada, pues de lo contrario, nuestro esforzado y erróneo caminar, incluso nos podría alejar de nuestros cometidos.

Sabemos que la lucha se hace siempre necesaria, para vencer o superar nuestras limitaciones y alcanzar nuestras metas. Pero, no es sólo cuestión de ganar, sino en el bando en que se está.

Nuestro Ego es experto en hacernos creer, que siempre nuestro bando es el correcto, y que entonces, la única misión valerosa que nos resta es la de ganar; ganar ante todo, y a toda costa.

Por eso decimos, que se requiere de la humildad, para que nuestro Maestro Interior recobre su protagonismo mediador, e interprete objetivamente las situaciones sobre nuestras posturas ante la vida.

“Una batalla ganada, pero desde el bando equivocado, es una derrota doble”.

¿Y tú?, ¿estás plenamente seguro del bando en que te encuentras en tus luchas?

¿Opina lo mismo tu oponente?

Lo que sí es seguro es, que al menos uno de los dos está equivocado, cuando no los dos. Que uno de los dos está equivocado, haciendo doblemente mal, no cabe ya duda, y que por tanto, desde el Ego estamos abocados a fomentar de forma duplicada el mal sobre el bien. Y eso sólo en los casos en que creemos estar haciéndolo bien, o defendiendo lo justo, a lo que se ha de sumar nuestras actuaciones pecaminosas o por envidia, venganzas, odios, resentimientos, sexo, etc.

Si haces un recuento de toda tu vida pasada, ¿cuántas veces podrás deducir ahora, de que no estabas totalmente en el bando apropiado?, que se trataba de ofuscación, rencor, odio, venganza que el tiempo disolvió, y que si ahora pudieras retroceder, actuarías de una forma menos contundente; como menos ofendido por que alguien te quite esa sagrada y certera razón, que en realidad siempre suele ser relativa o falsa.

Si tus prácticas de Redolerte y Responsabilizarte han sido bien hechas, entenderás de este cambio tan impresionante que ha surgido en ti, y que te enseña, a que no somos perfectos al juzgar, y menos cuando nos sentimos afectados o atacados profundamente. Y como nuestra tendencia principal para juzgar es bajo estas situaciones conflictivas, que es cuando menos posibilidades tenemos de ser imparciales y acertar en nuestros juicios, pues entonces, cuanto menos se juzgue, menos cargas se acumularán. Pues ya sabemos, que todos los errores que cometamos, nos han de volver a nuestra vida multiplicados.

 

Extraído del libro PsicoAlquimia VII Capítulo IV- Apartado E- Sembrando Enseñanzas, Paso 7, del Dr. Sc. Julián Pérez Gutiérrez, quien imparte talleres y formación desde www.saludnaturista.es y desde la Universidad www.ouas.es con e-mail: Univesidad@ouas.es.